lunes, 25 de junio de 2007

El culto al cuerpo

No es ninguna novedad, la obsesión por el cuerpo está alcanzando los límites de lo absurdo, si es que no los ha sobrepasado ya. No se trata de que mi vecina del quinto se preocupe porque llega el verano y, como ha subido una talla, se apunte a un gimnasio para machacarse con sesiones de aerobic. No se trata de que el hijo de la portera se haya moldeado a golpe de mancuerna un cuerpo que ahora es capaz de levantar dos veces su propio peso con un solo biceps. Ni siquiera se trata de que la supermodelo más bella del planeta se haya inyectado no sé qué organismo patógeno en los labios inflándolos como si se hubiera dado un porrazo. Se trata, sobre todo, del sentir general que nos hace pensar que todas esas actividades son perfectamente normales, del establecimiento inexorable de un nuevo paradigma según el cual el cuerpo no es simplemente el envoltorio de su portador sino su valla publicitaria.

La obsesión, y aquí está el absurdo que ha motivado este xuspiro, ha llegado a la redacción de Play-Boy. Recojo en la prensa internetera esta foto aparecida en sus páginas.

Eva
¿Han notado algo raro?

Efectivamente. La señorita carece de ombligo. Sin embargo, no se trata de una foto de Eva, madre de la humanidad, sino de una guapa modelo brasileña luciendo la camiseta de la selección española de fútbol (o una pequeña parte de ella, mejor dicho). La foto, evidentemente, ha sido retocada con algún programa de edición fotográfica y, en el proceso, las imperfecciones (?) han sido piadosamente suprimidas. Incluída la que, a juicio del redactor de la revista, debía ser la mayor de todas: ese feo (?) repliegue de piel plantado en medio de la perfecta tersura del vientre.

Disculpen, se me hace tarde y tengo que ir al gimnasio.

No hay comentarios: