jueves, 22 de noviembre de 2007

Tango


Arrastrar por los charcos la tristeza
como el niño
arrastra la cometa que no pudo volar.
Imprecar
a la nube que pasa,
al camino que no lleva a parte alguna
y al viandante que lo transita
con inseguros pasos de perro apaleado.

Maldecir a la mujer a quien se adora.
Ahogarse.
Ahogarse en la marea creciente
de las lágrimas que pugnan por brotar.
Estampar
el roto y sangrante corazón
contra el viejo, húmedo, empedrado.

En una palabra:
tango.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucho tiempo, demasiado tiempo, dura ya este tango...

Pasaba por aquí y...

Saludos