miércoles, 30 de mayo de 2007

Alondras y otras avecillas

Esto es una especie de porqué.

Y es que, a veces, las alondras emprenden vuelos circulares que las llevan más allá del horizonte. El que camina las ve pasar acongojado y espera que regresen pronto a llenar el aire con sus trinos. Su falta puede llegar a causar tan hondo vacío que tal vez un blog no sea más que un vano intento de reemplazar lo irreemplazable.

Afortunadamente, una semana pasa rápido y, mientras tanto, puedo intentar informarme sobre qué es una alondra:


Reino: animalia
Phyllum: chordata (cordados)
Clase: aves
Orden: paseriformes
Familia: alaudidae (aláudidos)


La familia de los aláudidos agrupa a unas 250 especies de alondras, terreras y calandrias y, al parecer, el género Alauda al que pertenece la alondra común (Alauda arvensis) fue descrita por el mismísimo Linneo allá por el siglo XVIII.

He de hablar de Linneo otro día y de sus trajes de esquimal pero ahora no puedo dejar de comentar que los paseriformes son esos que suelen llamarse "pájaros canores", es decir, los pajarillos de bosques, praderas y jardines, para entendernos.

Dicen que las alondras no cesan de cantar mientras son perseguidas por las aves de presa. Tal vez no sea más que el simple resultado de un proceso evolutivo, una característica que se ha ido potenciando porque sobreviven y se reproducen más las alondras que cantan que las que no lo hacen. A mí me parece, sin embargo, que la alondra canta para conjurar el miedo. Ése como vértigo ante el vacío del futuro a nuestros pies. ¿O será mi propio miedo el que me hace pensar tal cosa?

Mientras lo pienso de nuevo:

Canta la alondra arriba,
muy arriba sobre las tejas del mundo mientras llueve...


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